martes, 3 de julio de 2012

Galvan.


Te extraño. Pero ODIO aceptarlo. Te odio. No quiero volver a verte en mi vida. Porque cada vez que te veo, estúpida e inconscientemente me vuelvo a ilusionar. Y eso me hace mal. Te odio porque me mentiste. Me dijiste que JAMÁS te irías de  mi lado. Y mírame; aquí, sin ti. Te odio porque eres el único por el que tantas veces me tragué el orgullo. El único que me ha mandado al carajo. EL UNICO.
Te odio porque hasta el momento, has sido el único que me ha hecho feliz. Y cada vez que escucho tu nombre, me dan ganas de llorar. PORQUE TE EXTRAÑO!
Pero aprendí que quien no te busca, no te extraña. Te comportas tan indiferente. Que me obligaste a hacer lo mismo. Ahora me doy cuenta, que SIEMPRE habrá una parte tuya, dentro de mí . . .