Aunque diga que eres lo peor que me ha pasado, que te estoy olvidando, y te eche la culpa de cuanta cosa mala me pase en el día; Sabes bien que no es verdad, que en el fondo me duele aceptar que he perdido a la persona que más feliz me ha hecho en el mundo, que no es fácil aceptar que aquellos días bajo el sol y tu mano tomándome de la cintura no volverán a repetirse. Si cariño, disculpa por no poder medir mis palabras al hablar de ti. Es fácil y difícil al mismo tiempo comprender el por qué te has marchado. Es más fácil hablar mal de ti para sacar mi coraje e impotencia que aceptar que aún, todas las mañanas, al abrir los ojos imagino verte frente a mí con esa hermosa sonrisa en tu rostro, que cada noche antes de ir a descansar imagino tener mi mejilla recargada en tu espalda. Y cada vez que suena el teléfono tengo la esperanza de que seas tú, llamándome para decirme que lo nuestro nunca terminó, que me amas como antes. ¿Lo ves?. No es fácil rendirse a tan semejante oferta de vida. Pero lo haré, lo haré algún día con la esperanza de llamarte ''amigo'' sin sentir que se me rocíen los ojos. Por lo mientras si alguna vez me escuchas hablar mal sobre ti, no te preocupes, bien sabrás que es sólo una manera cobarde de esconder entre falsas palabras muchos;
''Aún le amo, y demasiado''.
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